Cinthia y sus amigos

Cinthia era una niña muy callada, buena en la escuela, y muy inteligente. Pero eso no le bastaba para poder socializar con nadie, era una niña muy solitaria, no hablaba con nadie, difícilmente participaba en clases.

Cuando las maestras intentaban incluirla en algún grupo o hacerla trabajar en equipo ella simplemente decía que no, solo trabajaba si lo hacía ella sola. Su maestra estaba muy preocupada por ella pues por más que lo intentaba, no lograba que hablara con nadie, mucho menos que trabajara en equipo.

Los padres de Cinthia eran personas exitosas en el trabajo, tenían grandes puestos, buen salario y un buen horario de trabajo, lamentablemente no se llevaban bien entre ellos, se enfadaban con mucha frecuencia, no importaba la hora ni el lugar, incluso en ocasiones discutían delante de su hija.

Cinthia no decía nada, se quedaba callada como siempre, prefería encerrarse a su cuarto antes que seguir escuchando a sus padres discutir. La maestra de Cinthia decidió llevarla con el psicólogo de la escuela, necesitaba descubrir cuál era el problema.

Después de algunas sesiones con Jorge, el psicólogo, Cinthia le contó a su maestra sobre los enfados de sus padres, le comentó que tenía miedo a hablar con los demás y que ellos se pelearan con ella y le gritaran, por eso evitaba hablarles.

La maestra de Cinthia llamó a sus padres para poder discutir el problema de su hija, ambos acudieron, cuando la maestra les describió el problema de su hija, decidieron acudir al psicólogo con ella, querían arreglar sus diferencias y sobre todo no querían seguir afectando a su pequeña hija, así que lo hicieron.

Pasaron unos cuantos meses y el cambio de Cinthia fue muy grande, ya no estaba sola, platicaba con todos los niños de su salón, sus padres resolvieron sus diferencias y ahora eran una familia feliz y unida. Y cuando en la escuela tenían que hacer un trabajo en equipo ya no lo hacía sola, ahora lo hacían Cinthia y sus amigos.