La zorra del rabo cortado

Aunque estaba contenta de seguir con su vida, el hecho de perder su cola la había hecho sentirse mucho más fea y poco agraciada, cuestión que la hacía salir poco de su cuevita y hacerlo sólo cuando era de noche, para que de esta manera el resto de los zorros no se pudieran percatar de que le faltaba la cola.

Después de un largo tiempo encerrada en su cueva, comenzó a pensar mucho y tuvo una idea que le pareció magnífica. Reunió a todos los zorros del bosque y les hizo una proposición:

“Como yo perdí mi cola, les aconsejo que ustedes también se la corten, así estaremos todos iguales. Además, está demostrado que tener cola entera es peligroso”. Dijo la zorrita tratando de convencer a los demás.

El resto de los zorros la miraron sorprendidos, hasta que uno de ellos dijo en voz alta “La idea no es mala, lo que es malo es que nos lo pidas ahora justo cuando tú te has quedado sin cola. Tienes que entender que pese a que has tenido un accidente, todos te queremos tal y como eres y no es necesario que todos nos quedemos sin cola.”

Con este comentario, la zorra entendió que debía superar su pérdida y no hacer que los demás hicieran sacrificios excesivos por una cuestión que solo le afectaba a ella. Desde ese día, la zorra comenzó a salir más y lejos de lo que pensaba, los zorros comenzaron a fijarse mucho más en ella por ser totalmente diferente al resto de las zorras.