Anita y su deseo de cumpleaños

Había una vez, en un pueblo lejano, una familia que pasaba por una situación económica un poco complicada. Anita, la hija menor, estaba un tanto preocupada porque se acercaba la fecha de su cumpleaños, y por la situación, dudaba mucho que pudiera tener una fiesta.

Los papás de Anita se dedicaban a la siembra de frutas y verduras, las cuales no habían podido cosechar a causa de una sequía de varios meses, quedándose sin una fuente sustentable de ingresos.

En su afán de querer ayudar a sus papás y a sus hermanos, Anita fue con su abuela a ver si podía darle algún trabajo en su casa. La abuela, con mucho gusto, le dijo que sí, que le pagaría por ayudarla a coser unas servilletas y luego venderlas.

Así estuvo por unos días sin que sus padres supieran, hasta que un día antes de su cumpleaños, Anita les dio el poco dinero que había juntado por ayudar a su abuela.

Sus papás no querían aceptar ese dinero, puesto que ella se lo había ganado, pero de tanta insistencia de Anita, lo aceptaron.

Anita, con un poco de tristeza y resignación, pero feliz de haber ayudado a sus padres, se fue a su cuarto a dormir pidiendo soñar con la fiesta que hubiera querido tener.

Al siguiente día, después de mucho pensar, sus papás decidieron ocupar ese dinero para hacerle una pequeña fiesta sorpresa a Anita, compraron un pastel e invitaron a sus mejores amigos y a su abuelita.

Cuando Anita regresó de casa de su Abuela, se encontró con su fiesta sorpresa y de la emoción, soltó una pequeña lagrima. Después de las felicitaciones y recibir sus regalos, llamaron a Anita a soplar las velas de su pastel y pedir un deseo.

Con lagrimas en los ojos, Anita pidió el deseo de que la sequía se fuera para siempre del pueblo. Y en forma de milagro, al día siguiente, sin que nadie lo esperara, comenzó a llover, dando oportunidad a que todos en el pueblo pudieran volver a sembrar y cosechar.

Así fue como Anita, su familia y todos en el pueblo, volvieron a ser felices y así fue para siempre. Y colorín colorado, éste cuento se ha acabado.

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