El burrito descontento

El burrito pasaba sus horas deseando que llegara la primavera para poder comer hierba fresca y aromática de las montañas que rodeaban la cabaña.

Cuando llego la primavera, el burrito se llevó una gran decepción al ver que el dueño comenzó a darle la hierba fresca a las vacas, ya que estas producían leche y la necesitaban más que el burrito, por lo cual el burrito tuvo que continuar comiendo paja seca, y además teniendo que cargar pesada hierba fresca sin poder probarla.

Así pasó el tiempo hasta que el burro empezó a desear que llegara el verano, puesto que pensaba que en esta estación su dueño no le mandaría tanto trabajo.

El verano llegó, y con él, unas temperaturas altísimas que el pobre burrito tenía que soportar cargando un montón de tinajas hasta el río para poder juntar la poca agua que traía en esta época. Muerto de calor y de sed, se dio cuenta que esta época del año tampoco era la mejor para ser feliz.

Finalmente, cuando terminó el verano, el burrito reparo en que sin duda la mejor época del año era el invierno, puesto que podía estar comiendo toda la paja seca que quisiera mientras estaba dentro de la casa sin tener que pasar temperaturas calurosas, ya que su gruesa piel lo protegía del frio y no le faltaba agua.

Pero sobre todo, lo que más aprendió el burrito es que debemos estar contentos sea la época del año que sea, y que pase lo que pase debemos buscar lo más positivo de las situaciones y estar lo más felices y relajados que podamos.