La niña que quería ir a la escuela

María era una niña que vivía con sus padres en un lugar muy apartado dentro del bosque. Ella siempre había soñado con poder ir a la escuela y conocer más niños de su edad, pero la distancia y el poco dinero que tenían sus padres no le permitía poder hacerlo.

Ella estaba convencida de que quería aprender y conocer gente, así que empezó a ayudar a sus padres para ver si de esa forma conseguía que la pudiesen llevar al colegio.

Cada vez que se levantaba por la mañana salía muy temprano para recoger comida para los animales y leña para el fuego. Cuando llegaba a casa, ayudaba a su madre a preparar la comida y por la tarde limpiaba y aprendía poco a poco a coser.

Al paso del tiempo, María sentía que todo su esfuerzo era en vano, ya que a pesar de todo lo que hacía, no se veía interés en sus padres por llevarla a la escuela.

Un día como cualquier otro, María, caminando triste por el bosque y se encontró con un hada madrina, la cual, al verla así tan desanimada, le dijo que le cumpliría el deseo de poder ir a la escuela como cualquier otro niño de su edad.

Le dio una bolsa con monedas de oro y le dijo que se la diera a sus padres, que con ese dinero tendría suficiente para poder terminar sus estudios. Y así fue.

Al llegar a su casa les contó a sus padres lo que había pasado en el bosque, y les entregó las monedas de oro. Sus padres, casi llorando de felicidad, corrieron a la escuela del pueblo y la inscribieron para que al siguiente día ella pudiera llegar y ser cómo cualquier otro niño de su edad.

María no volvió a estar triste nunca más pues por fin pudo cumplir su sueño de ir a la escuela.