El rey Midas



Érase una vez un rey que tenía una gran cantidad de oro, sin exagerar, podemos decir que era el hombre con más oro del mundo. Junto al deseo de seguir acumulando dinero, el rey tenía otro afán, que su hija Calendra se convirtiese en la reina más rica de todo el mundo.

Calendra, sin embargo, era una joven muy guapa que no sentía ningún interés especial por el dinero, a ella le gustaban más las flores bellas.

Un día se encontraba el rey en la habitación donde tenía todo el oro guardado, cuando apareció de repente un hombre vestido de blanco, este hombre le dijo que tenía mucho oro, a lo que el rey contestó que era muy poco en comparación con todo el oro que había en todo el mundo.

Al parecer, este curioso hombre tenía poderes mágicos y viendo la ambición del rey por el oro, decidió darle el deseo que todo lo que tocase se convirtiese en oro con la intención de que el rey aprendiese una gran lección.

Al día siguiente y nada más levantarse el rey empezó por toda su habitación a tocar las diferentes cosas para que todo fuese oro, así sería aún más rico.

El problema empezó cuando fue a desayunar ya que toda la comida que tocaba se convertía en oro, impidiendo de este modo que pudiera comer nada. Por si fuese poco, tocó sin desear varias de las rosas más hermosas de su jardín, haciendo que su hija se enfadase mucho con él.

Pasaron varios días sin que el ambicioso rey pudiese probar bocado de comida, poco a poco su ilusión por el oro empezó a decaer, así como su tristeza a aumentar. Es por ello qué su hija, una vez pasado su enfado, fuese a visitar a su padre para preguntar el porqué de su tristeza, ante la situación, la joven decidió dar un abrazo a su padre para que se animase.

– ¡Oh no! Hija mía... tú, lo más valioso, también te has convertido en oro, exclamó el rey.

Ante todo esto, él extrañó hombre vestido de blanco volvió a aparecer, y viendo que el rey había aprendido la lección, le dijo que le permitiría convertir todo lo que desee de su oro a su estado anterior con tan solo sumergirlo levemente en el rio.

Desde ese momento El rey midas aprendió la gran lección que en la vida hay cosas más importantes que el dinero, como es su pequeña hija, así como cosas tan sencillas pero necesarias como el agua o la comida que consumimos todos los días.

Cuento infantil: El rey Midas.
Autor: Cuento popular griego.
Cuentos clásicos infantiles.

AHORA CUÉNTANOS...
¿QUÉ TE HA PARECIDO ÉSTE CUENTO?

Te invitamos a dejarnos un comentario, una recomendación o una sugerencia en la caja de comentarios que se encuentra aquí abajo.

Te dejamos también otros cuentos relacionados a éste que te pueden gustar.

¿Quieres recibir un correo cada que publiquemos un cuento nuevo?
Suscribete a cuentos cortos infantiles dando clic aquí.

Comentarios

Cuéntanos que te ha parecido éste cuento dejando un comentario