El sastrecillo valiente



Había una vez, en un pueblo muy muy lejano, un humilde sastrecillo que vivía sólo en su pequeña casa.

Una mañana, mientras costuraba, notó que una rebanada de pan con mermelada del desayuno estaba cubierta de moscas, por lo que con un matamoscas dio un fuerte golpe y mató a 7 de un solo golpe.

Asombrado por su gran hazaña, se hizo un cinturón que ponía “Siete de un solo golpe” y salió a presumirlo por todo el pueblo. Más tarde, se encontró con un gigante que, asombrado le preguntó al sastrecillo si era verdad lo que decía su cinturón. Pensando que los 7 que decía eran hombres en lugar de moscas.

Para demostrar su valor, el gigante le dijo que lo invitaba a dormir esa noche a su cueva, a lo que el sastrecillo aceptó sin dudar. A altas horas de la noche, pensando que el sastre estaba en la cama del gigante, le dio un golpe duro con una gran piedra. Sin saber que el sastrecillo estaba dormido debajo de la cama.

Al día siguiente, el gigante se quedó sorprendido cuando vio de nuevo al sastrecillo vivito y coleando. Por lo que salió corriendo, pensando que se iba a vengar. Pero el malentendido hizo que el gigante le contara a los demás de lo que acababa de ver.

Después de un rato, el sastrecillo llegó a un palacio, y sin saber que sus hazañas habían llegado hasta oídos del rey, le dijeron que lo estaba esperando para hablar con él. El rey le dijo que estaba asombrado de sus hazañas, y que, si lograba deshacerse de dos gigantes que vivían en el bosque a un lado del palacio, el a cambio le daría la mitad de su reino. A lo que el sastrecillo, sin pensarlo, aceptó.

El sastre se puso en marcha y al llegar vio a los dos gigantes durmiendo. Ni corto ni perezoso se llenó los bolsillos de piedras y trepó a un árbol. Desde ahí empezó a tirar las piedras a los gigantes, y cómo éstos no podían verlo de lo pequeño que era comenzaron a pelearse entre sí hasta que cada uno se fue por un lado, dejando libre el paso que quería el rey.

Al ver la gran hazaña del sastrecillo, el rey le puso una última prueba para ver si era en verdad digno de tomar la mitad del reino. Le dijo que si lograba capturar a un unicornio ya no habría más pruebas y lo dejaría en paz. A lo que el sastre sin temor aceptó.

De nuevo, entró al bosque y en cuanto vio al unicornio, muy listo esperó a que quisiera embestirlo, y cuando lo hizo, se puso detrás de un árbol y el unicornio clavó su cuerno en el tronco y el pobre ya no pudo sacarlo de ahí.

Así fue que, gracias a su ingenio y su gran habilidad mental, logró pasar de ser un humilde sastrecillo a ser dueño de la mitad de un reino, y todo gracias a matar a “siete de un solo golpe”... Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Cuento infantil: El sastrecillo valiente.
Autor: Hermanos Grimm.
Cuentos clásicos infantiles.

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